Ensayo sobre los acontecimientos en Fukushima
El 11 de Marzo, un terremoto de 9.0 grados Richter tuvo lugar en las costas japonesas, trajo consigo una serie de desastres que en conjunto ha cobrado la vida de 9,487 personas y desaparecido a 15,617.
La atención global se centró, desde entonces, en lo que sucedía en el país asiático, siendo la situación de los reactores nucleares de Fukushima Daiichi y Fukushima Daini protagonista del debate actual.
A lo largo de los últimos días, hemos sido testigos del trabajo del gobierno japonés y de la empresa TEPCO para enfriar los reactores y evitar una catástrofe mayor con secuelas ambientales, sociales y económicas severas. Los grupos sociales se han empezado a preguntar sobre la viabilidad de la energía atómica, no sólo económicamente(más centrado a corto plazo), sino ambientalmente (a largo plazo).
Parece ser la pregunta principal de las organizaciones civiles, así como de la sociedad en general, “¿Es correcto utilizar la energía nuclear?”; hay que admitir que no está de más este cuestionamiento. Desastres como el de Three Mile Island o Chernobyl dejaron una honda huella en la historia, al igual que ambientalmente, mostrando uno de los lados más negativos de la energía nuclear: los accidentes y su repercusiones a corto y a largo plazo. Aunque no muy comunes, los accidentes nucleares son una gran amenaza para la sociedad, ya que sus efectos no son locales y de duración corta, sino más bien, son de efectos mundiales con larga duración.
En el lado ambiental y sanitario, las partículas radioactivas son acarreadas por la lluvia y el viento, permitiéndoles contaminar grandes extensiones, y además se incorporan con facilidad a las cadenas tróficas. Básicamente hay dos tipos de partículas radiactivas, las de vida media corta y las de vida media larga. Las de vida media corta no permanecen mucho tiempo en el ambiente, más sin embargo, sus efectos son inmediatos e intensos. En cambio, las de vida media larga, ya que se desintegran a una tasa mucho menor, sus efectos son nulos al corto plazo, pero se mantienen durante décadas en las cadenas tróficas lo suficiente como para alterar a gran escala poblaciones enteras.
En el lado económico, hoy en día con todas las macro redes económicas enlazando a un país con todos los demás, una interrupción en la dinámica económica regional trae consigo el colapso en cadena de los sistemas de producción mundiales. Hemos sido testigos de los efectos “Dominó”, “Tequila”, etc..., en este sistema altamente globalizado. Y un accidente nuclear representa: producción de menos energía, implementación de medidas de protección (traslado masivo de personas, interrupción de actividades, mayor control en las importaciones, en entre otras medidas) que tienen un costo y el manejo de las secuelas del incidente (contaminación de tierras, cuerpos acuáticos, afecciones humanas, etc. ).
Como mencioné anteriormente, los accidentes nucleares del pasado (como por ejemplo Three miles Island, en Estados Unidos, y Chernobil, en Ucrania, en ese entonces integrante de la Unión Soviética), ya habían mostrado lo complicado que es tratar con este tipo de energías, pero más importantemente, significaron el inicio de la preocupación masiva por la energía nuclear. Antes de ellos eran, lo que el discurso del presidente Norteamericano Dwight Eisenhower mencionaba, átomos por/para la paz, una forma segura, “limpia”, y sobretodo, rentable. Pero la realidad dista mucho de ese discurso, ya que desde 1979 no se ha construido planta nuclear alguna en EEUU
, aún cuando este país era líder del discurso pronuclear de los años 50 y 60. La razón es sencilla: no son tan rentables los reactores nucleares como dicen serlo. A corto plazo la inversión necesaria es bastante grande, y su rentabilidad a “largo” plazo se ve disminuida por el constante mantenimiento y disposición de los desechos nucleares. Sólo algunos países siguieron optando por esta alternativa, sobretodo quienes su situación geográfica y energética los obligaban. Además, la preocupación por el medio ambiente ha ido creciendo en las últimas décadas, la popularidad de las energías verdes/renovables ha alcanzado su clímax gracias al las discusiones del cambio climático, y es justamente el manejo de los desechos nucleares, donde se ve gravemente mermada la confianza de la sociedad en la energía atómica.
Entonces, el debate actual nace en un contexto donde la sociedad no está conforme del todo con la producción de energía mayoritariamente usada(combustibles fósiles y energía nuclear), si a esto le sumamos el control que tienen los medios en la opinión pública sabiendo la parcialidad de estos mismos, la energía nuclear tiene todas las de perder en este debate; y no sólo la energía nuclear, sino también, La Ciencia en general (hablando de la ciencia en el discurso que ha sido “vendido” a la sociedad, de ahora en adelante me referiré así del concepto): ¿Qué sucedió con la energía limpia y segura que fue prometida en los años 60’s?.
El resultado es la satanización de la energía nuclear y la condena a su uso sin pensar que sino cambiamos nuestra forma de desarrollo y crecimiento, no podremos mantenernos una vez que los combustibles fósiles empiecen a escasear. Lo que se requiere son cambios a largo plazo, un país no puede simplemente suprimir (inmediatamente) la producción de un 20 o 30 por ciento de su energía eléctrica sin comprometer su estabilidad económica y la del sistema global. Es un problema mucho más grave y complicado que involucra factores sociales, económicos y ambientales.
Dejemos de concentrarnos en lo económico del debate, y centrémonos en la parte discursiva y del trasfondo ideológico de este. ¿Qué significa esta inconformidad social creciente hacia la energía nuclear?
Podría verse como el cuestionamiento del discurso nuclear de las décadas pasadas y cómo un cambio de paradigma. Se pensaría que la gente se desencanto un poco con una parte de La Ciencia, el concepto que había sido promovido por el Estado y por los mismos científicos está temblando, si se me permite la expresión; La Ciencia se equivoca, La Ciencia no comprende todo y sobretodo, La Ciencia puede crear problemas y constantemente los está creando.
Los medios en esto juegan un papel decisivo: cambian la opinión pública radicalizándola o templandola. Además, muchos políticos, así como partidos políticos, aprovechan estos acontecimientos para ganar popularidad, hay muestras de esto en todos los países, siendo Alemania un perfecto ejemplo. Angela Merkel y su partido, el CDU, sabiendo que su popularidad había bajado y que se acercaban las próximas votaciones, aprovecharon la crisis japonesa para aumentar la simpatía del pueblo alemán para con ellos: semanas antes habían prolongado la vida unos reactores nucleares, pero ante lo sucedido en Japón, cambiaron y radicalizaron su postura, deteniendo la actividad de esos reactores e impulsando un debate acerca de la moralidad del uso de la energía nuclear.
La población está tendiendo a etiquetar y categorizar las ideologías científicas y sociales, “partidos liberales y de izquierda apoyan energías verdes, partidos de derecha apoyan energías fósiles y nucleares”, muchas veces estas categorizaciones no están bien fundadas o se basan en mera costumbre.
Aunque esta mal pensar que la sociedad ha dado la espalda por completo a La Ciencia, más bien ha volteado en otra dirección. Sigue pensando que la ciencia es la que le tiene que dar la solución a los problemas que surjan, en especial a la sustitución de los combustibles fósiles sin perder el ritmo de crecimiento actual.
Pero el problema mayor es que la sociedad al haber aceptado como cierto el discurso de la ciencia objetiva, solucionadora de problemas y apartada de la subjetividad social, ha querido tomar un papel menos activo en las decisiones y le está relegando a la ciencia y al Estado sus responsabilidades, sin ver que las decisiones deben de ser tomadas en conjunto, ya que todos somos parte de una sociedad. He aquí el cambio necesario de paradigma, y que acontecimientos como el de Fukushima I y Fukushima II permiten y aceleran, al conscientizar a la gente de que “La Ciencia” si genera problemas y que no siempre lleva por el camino del mejor desarrollo.
hola como estas solo te quiero decir que tienes un blog interesante y que tienes mucha razon a veces la ciencia crea problemas que a veces la sociedad no sabe como solucionar pero debes darte cuenta que el lema de la humanidad es siempre avanzar y estar un paso adelante ante cualquier situacion pero tambien te doy la razon que apesar de que no saben como solucionar buscan una salida al conflicto pero como la sociedad unida que a veces somos
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